lunes, 25 de junio de 2007

SUSANA COLIMÁN: NUESTRA ROMINA TEJERINA

Hasta aquí resulta inevitable la comparación con el caso de la joven jujeña Romina Tejerina, pero para muchos este caso tiene aún mas agravantes, en principio por lo que ha sufrido Susana solamente por pertenecer a la comunidad mapuche Linares de Aucapan, comunidad que sufre la violencia, social, cultural, sexual y de genero desde hace 500 años.

La comunidad está ubicada a 40 Km de Junin de los Andes, provincia de Neuquén. Como tantas otras comunidades del interior debió resistir varias veces los avances de los “conquistadores”, antes y de los “compradores” de tierras, ahora; lugar que utilizan históricamente para las veranadas para así alimentar a sus animales.

La resistencia los llevó a enfrentarse a las fuerzas policiales de un gobierno provincial que en la práctica no les reconoce sus derechos como nación pre-existente.

Susana, a poco de quedar huérfana siendo niña, sufrió también la violencia social, cultural y sexual en carne propia. Ha vivido en la marginalidad extrema y el abandono. Según uno de los diagnósticos psiquiátricos, Susana podría ser declarada inimputable, en su ámbito ha sido inexistente como sujeto hasta su embarazo, actualmente se encuentra bajo medicación. Todo indicaría que ha sido víctima de una violación, pero la justicia “winca” (blanca) no encontró pruebas suficientes, “Por supuesto, la violación no fue probada y al final termina como el caso de esa chica de Jujuy (Romina Tejerina)”.

"Qué van a probar la violación si es una india, encima deben decir que lo provocó, que es puta, quién le va a creer a una india y puta..." relata con bronca Roberto Ñancucheo, werken de la Coordinadora de Comunidades Mapuche de Neuquén.

La carcel como opción.

Susana Colimán, estando bajo tratamiento psiquiátrico, fue encontrada por personal policial en pleno trabajo de parto y fue detenida inmediatamente por orden del juez Luis Rolando Lima, hoy acusado de armar coartadas para beneficiar a piratas del asfalto.

Susana aguardo el juicio en la Unidad penitenciaria número 16 de Neuquén Capital acusada de abortar a su hijo. Sobre el lugar de detención y para tener real dimensión de cual ha sido su vida en “libertad”, Ñancucheo comenta: "dice haber estado contenta en la cárcel por que ahí tiene amistades y un lugar donde dormir tranquila, imagínense la vida de esta hermana que su mejor opción es vivir en la cárcel”

Mientras aguardamos la decisión de la justicia y con los organismos de derechos humanos movilizados, al igual que las comunidades mapuche, las organizaciones feministas y quienes dicen sí al aborto legal y en condiciones sanitarias y humanas favorables, estamos ante la síntesis más dolorosa de lo que este sistema de crueldad y barbarie ha logrado desde el “descubrimiento” hasta el agotado neoliberalismo reciente.

La comunidad de Aucapan ha logrado resistir desalojos e incluso recuperar tierras, pero tiene hoy otra gran lucha, demostrar la inocencia de la lamien (joven mujer) Colimán, porque está visto que en este caso será culpable hasta que demuestre lo contrario.

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